Un taller de arte terapia en una residencia para adultos mayores en rehabilitación puede ser una excelente forma de ayudar a los residentes a expresar sus sentimientos y emociones, mejorar su autoestima y confianza, y fomentar su creatividad y bienestar general.
Para comenzar, es importante contar con un espacio adecuado y tranquilo para llevar a cabo el taller, así como los materiales necesarios, como pinceles, pinturas, papel, arcilla y otros materiales de arte. También es importante contar con la colaboración de un terapeuta especializado en arte terapia, que pueda guiar a los residentes a lo largo del taller y ayudarles a sacar el máximo provecho de la experiencia.
Durante el taller de arte terapia, los residentes pueden crear obras de arte de diferentes tipos, como pinturas, dibujos, esculturas o collages, entre otros. El terapeuta puede proporcionar temas o ideas a los residentes, o pueden elegir ellos mismos el tema de su obra, según sus intereses o necesidades personales.
Durante el proceso creativo, el terapeuta puede proporcionar apoyo emocional y guiar a los residentes a través de la expresión de sus sentimientos y emociones en la obra de arte. El objetivo es que los residentes puedan liberar sus sentimientos a través del arte, lo que puede ayudarles a sentirse más relajados y a reducir su estrés.
Una vez que los residentes hayan terminado sus obras de arte, se puede organizar una exposición en la residencia para que puedan compartir sus creaciones con otros residentes, familiares y amigos. Esta exposición puede ser una gran oportunidad para que los residentes sientan un sentido de logro y orgullo en sus creaciones, así como para mejorar su autoestima y confianza.
En conclusión, un taller de arte terapia en una residencia para adultos mayores en rehabilitación puede ser una excelente forma de fomentar la expresión creativa, mejorar la autoestima y confianza, y proporcionar apoyo emocional a los residentes. Con la ayuda de un terapeuta especializado y los materiales adecuados, los residentes pueden crear obras de arte significativas que les ayuden a procesar sus emociones y mejorar su bienestar general.
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Ahora que conocemos algunas de las bondades de esta práctica, a continuación, explicamos 6 sencillos ejercicios de arteterapia para adultos. No te los pierdas.
Enfrentarnos a una hoja en blanco es complicado. Al principio, incluso puede llegar a ser estresante si tenemos nuestra parte creativa DORMIDA. Puede que al empezar no nos vengan ideas y eso, además, nos frustre. Por eso, un libro en blanco para pintar puede ser ese lugar para ordenar las ideas y salir del bloqueo. Puede contribuir a que liberemos ansiedad y a despertar nuestra creatividad dormida. Y, con ello, a viajar más allá de nuestros pensamientos cotidianos.
Colorear ofrece a los adultos la oportunidad de volver a sentirse, en parte, niños. Esto es porque permite jugar con los trazados y el recreo de los sentidos en una actividad que evoca a etapas anteriores de su niñez. Es una forma de volver atrás en el tiempo, donde los problemas podían relativizarse aún más.
Pintar no hace desaparecer los problemas, pero sí nos ayuda a aliviar el estrés que nos provocan. Además, nos reconforta y libera la mente de las exigencias del día a día.
Todos tenemos una parte creativa en nuestro interior, pero a veces nos es difícil encontrar el tiempo y el espacio necesarios para que aflore. Para superar esta ausencia de inercia a favor, necesitamos hacer un pequeño ejercicio de voluntad y utilizar estímulos que nos ayuden.
Es por ello que dibujar al aire libre puede darnos esa pequeña oportunidad de sosiego. Estar en contacto con la naturaleza, respirar profundamente, llenar nuestros pulmones y liberarnos a través del dibujo. Podemos elegir entre delinear un recuerdo, una imagen o algo que tenemos delante de nuestros ojos y que queremos plasmar en una hoja de papel. Todo vale.
Este es uno de los ejercicios de arteterapia para adultos que más beneficios nos ofrece. Con la llegada del buen tiempo, podemos hacerlo en un parque, en el campo, en la montaña o en la playa. Lo importante es dejarnos llevar por ese momento y las sensaciones de libertad y creatividad.
Si en lugar de dibujar o pintar te sientes más cómodo escribiendo, puedes dejar volar tu imaginación haciendo un poema. Coge papel y boli y expresa tus sentimientos, pensamientos, emociones, deseos o sueños. Déjalos salir de ti, tanto los buenos, que te pondrán una sonrisa, como los malos, que te liberarán.
Una variante es la de crear estos versos a partir de palabras recortadas de periódicos y revistas. Colócalas en un bote o una caja y ve sacándolas de una en una. Las palabras te vendrán dadas, pero es tu creatividad la que terminará conformando el poema. Parece divertido, ¿no?
Seguro que muchas veces en la oficina, en clase o mientras hablabas por teléfono has pasado el tiempo escribiendo tu nombre en un pequeño folio. A veces, te ayudaba a evadirte y otras, a concentrarte en la explicación del profesor o en lo que te decían desde el otro lado de la línea. Por eso, por su sintonía con nuestra dinámica, este es uno de los ejercicios de arteterapia para adultos más interesantes.
Escribe tu nombre en un papel y a partir de ahí comienza a producir algo nuevo. Déjate llevar, utiliza distintos colores, formas, adorna con detalles, plasma sombras… Busca la mejor expresión de ti. A veces esta parte que tanto nos cuesta sacar es precisamente de la que más orgullosos podemos llegar a sentirnos.
Existen pinturas especiales y pensadas expresamente para ser aplicadas sobre nuestra piel. Por eso, si nunca te lo habías planteado y te apetece, ¡adelante! Si pudieras tatuarte durante unas horas algo, ¿qué sería? Este tipo de pintura realista es una conexión contigo mismo, con tu interior, que se refleja en tu exterior.
Además de fomentar la concentración y la creatividad, te ayuda a relativizar los momentos de la vida. Recuerda que las tormentas que vivimos durante nuestra vida acaban cicatrizando poco a poco, al igual que va desapareciendo la pintura de la piel. Es un momento de conexión, de autoaceptación y armonía con tu interior que te ayudará en tu crecimiento personal.
Pintar en nuestra piel es uno de los ejercicios de arteterapia para adultos que facilita la conexión con uno mismo.
De niños nos ha encantado hacer figuras en la playa: coger un cubo, llenarlo de arena e ir construyendo un castillo o una casa. Pues ahora de adultos, también la arena puede convertirse en un juguete para nosotros. Porque nos invita a desarrollar nuestra imaginación, a experimentar con lo que nos rodea y a rememorar esos pequeños recuerdos de niños.
En este ejercicio se unen las propiedades terapéuticas de la música y la pintura. En ella se tratan de expresar en un papel lo que transmite la música que se está escuchando de manera libre. Sirve cualquier pieza musical, pues se trata de plasmar las emociones que despierta en nosotros.
Acá pueden optar por hacer múltiples dibujos, formas o palabras. Sacará lo que llevamos dentro, configurará una lupa de análisis para aquellas acciones que llevamos a cabo de manera automática. Además, será una herramienta muy útil para evitar la censura interior a la que muchas veces estamos sometidos.
Estos ejercicios de arteterapia son una expresión libre, para canalizar nuestras emociones, potenciar nuestras habilidades y fomentar nuestra creatividad. Aprendemos a manifestar nuestros deseos, alegrías y temores a través de las distintas técnicas presentadas. Así, conectamos con nuestro mundo interior y generamos un territorio abonado para crecer. Siendo uno de los pilares en la rehabilitación cognitiva. Lo cual nos destaca sobre otros por nuestra intensa labor que llevamos desarrollando desde hace muchos años.